Salvo que seas Amancio Ortega, y alguno más, cuando has ido al Banco a pedir un préstamo … ¿no te ha dado la sensación de que ser pequeñito ante la entidad?
¿De sentirte cuestionado tú, y tu capacidad de compromiso?
Se pone en duda que vayas a devolver lo prestado y te encuentras examinado por un ente extraño, «la comisión de riesgos» con quién no puedes sentarte a tomar un café y explicarle.
Sólo puedes esperar.
Esperar a que se pronuncien esas palabras, ¿mágicas? tipo: «sí, le han concedido el préstamo»
Vale, bien, lo tienes, ¿y ahora?, pues a «tragar» con lo que te propongan porque … ¿quién negocia condiciones con el Banco? .. pues eso, Amancio Ortega y alguno más.
Y al resto de los mortales, ¿qué nos queda?, pues aceptar lo que nos ofrecen sin enterarnos, muchas veces, de lo que estamos firmando realmente.
Esto ha sucedido, en muchas ocasiones, con las denominadas cláusulas suelo.
Quizá «las sufras», quizá estén insertadas en tu escritura a modo de «coletilla semi oculta» de la que no te enteraste hasta que te diste de bruces con la triste realidad: los tipos de interés bajaban y tu hipoteca no …
Te cuento de modo fácil de qué va esto.
Banco te presta el dinero.
Banco te pide que se lo devuelvas, naturalmente, y te aplica un interés que, en la mayoría de las hipotecas se trata de un interés variable.
Ese interés variable toma como referencia, habitualmente, el euríbor (el tipo medio de los 26 principales bancos de Europa) y le añade lo que se denomina «un diferencial»: ejemplo: euríbor + 0,45, + 0,75, + 1, …
Y ahí está el juego. Si el euríbor sube, tu hipoteca sube, si el euríbor baja, tu hipoteca baja.
Pero sucedió que en muchas hipotecas comenzó a incluirse esa «coletilla semi oculta» denominada cláusula suelo que puede decir algo como: «en ningún caso el tipo de interés nominal anual resultante de cada variación podrá ser inferior a …» (el 3,5%, o el 4%, o el 4,5%, depende de cada hipoteca y cada entidad).
Y no te enteraste. Ni la conociste. Ni sabías qué significaba. Ni comprendiste su alcance. Pero la firmaste.
¿Y qué significó?. Pues que cuando el euríbor comenzó a bajar te diste cuenta de que tu hipoteca no lo hacía a la par porque tenías un «freno» del 3,5% o del 4% o del 4,5% lo cual se traduce en bastante dinero al mes: de 150 a 300 € de media.
La Asociación de Usuarios de los Servicios Bancarios (AUSBANC) impugnó la validez de esta cláusula y el Tribunal Supremo dictó, el 9 de mayo de 2.013 (http://www.poderjudicial.es/search/documento/TS/6703660/Clausulas%20abusivas/20130510) una importante sentencia en virtud de la cual se examina la validez de la cláusula en función de si ha existido conocimiento, consentimiento y comprensión del alcance del «juego», de si ha sido libremente firmada y no firmada «a modo de adhesión»
Si todo esto se ha cumplido, pues ok, sabías lo que firmabas y «hay que apechugar»
Pero si no se ha cumplido, lo que sucede en la mayoría de los casos, es decir, si no enteraste, para nada, de que esto iba a ser así, entonces la cláusula puede declararse nula y con esto evitar que continúe aplicándose en el resto de la vida de tu hipoteca. Y es mucha pasta al mes.
E incluso, muchos Juzgados, están reconociendo el derecho de los consumidores a recuperar todo lo que han pagado, de más, por la aplicación de esa cláusula. Y también es mucha pasta para recuperar.
Conclusión:
Puedes decir BASTA a tu cláusula suelo.
Puedes plantearle a tu banco, extrajudicialmente, que te elimine esa cláusula.
Algunos lo hacen y otros no.
Y si no te responden satisfactoriamente puedes demandar judicialmente para que un juez lo acuerde. Y puedes pedir también que se te devuelvan las cantidades pagadas de más.
Hay muchas sentencias cada día que dan la razón a los consumidores.
Porque no es justo. Porque no hay equilibro en las contraprestaciones. Porque se aprovechan de que, cuando entras al Banco a pedir dinero, tú eres pequeñito y ellos son gigantes y te hacen estar y pasar por lo que ellos quieren.
Yo ya he empezado a reclamar por la nulidad de una cláusula suelo.
Así que si quieres que me ocupe de tu asunto y que digamos BASTA juntos, puedes escribirme a evaferrer@infinitasposibilidades.com y analizamos tu caso.